Luchador infatigable
Francisco José Mujica Toro
(24 de abril de 1933 - 10 de diciembre de 1997)
Por Jesús María Sánchez
Escribir sobre la figura de Francisco José Mujica Toro, es transitar los caminos de la lucha infatigable en pro de la cultura, porque él representa los más puros ideales de una provincia que no se ha dejado arrastrar por el facilismo y el nuevorriquismo; ni por las embriagantes luces que nos suministran las grandes ciudades.
Francisco José Mujica se ha entregado con pasión a la realización de una obra perdurable. En forma silenciosa pero tesonera viene confeccionando todo un equipo de voluntades que mañana serán los verdaderos conductores del quehacer cultural, social, político y económico en esta parte de nuestra geografía.
Hombres como Francisco José Mujica labran su propio camino. No necesitan de fuerzas extrañas para alcanzar determinados objetivos. Estas figuras se entregan a la realización de una determinada obra sin pedir nada a cambio. Su misión es trabajar, regar ideas, proyectar ejemplos y abrir mente y corazón para captar todas aquellas voluntades que quieran contribuir a solidificar un compromiso con las actuales y futuras generaciones.
Francisco José Mujica ha estado presente en todos aquellos instantes cuando nuestro pueblo ha buscado con angustia las luces que irradia el saber.
Francisco José Mujica se ha embarcado en empresas muy interesantes. Interesantes para los que sabemos lo que ellas representan. Las empresas de Francisco José Mujica no son rentables, no producen dividendos, no dejan astronómicas ganancias.
Las empresas de hombres como Francisco José Mujica no han entrado en el mercado de la compra-venta. No entran en ese mercado porque las empresas que han nacido al calor de figuras como él están por encima del valor material de las cosas. Son empresas sin precios. Son empresas que pertenecen al mundo de la permanente elevación espiritual de un pueblo que al correr de los años encontrará definitivamente su destino.
Francisco José Mujica es un maestro a tiempo completo. Es faro encendido en un mundo repleto de angustias, de tinieblas, y donde las altas posiciones y el dinero son el signo identificador de la actual sociedad.
Mientras muchos se revuelcan en el fango del dinero, Francisco José Mujica no desmaya en su batallar permanente por lograr con sus ejemplos y sus acciones moldear una generación que sepa hacerle frente a las grandes interrogantes del futuro, a través del Centro de Educación Artística "Andrés Eloy Blanco", el Orfeón "Régulo Rico", la Estudiantina "Teófilo León", el Quinteto "Becuadro" y la Coral Infantil "Pedro Muñoz".
Francisco José Mujica ha despertado todo un universo de inquietudes juveniles.
En esos centros del aprendizaje diario están cifradas las más caras aspiraciones de la comunidad guatireña. Allí está el resultado del trabajo de Francisco José Mujica Toro. Obra que permanecerá prendida en la mente y el corazón de cada uno de los hombres y mujeres que saben valorar lo que nos pertenece y lo que nos proyecta como pueblo culto y pujante.
(Reseñas, 3 de mayo de 1978)
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