UN ICONO DE LA GUATIREÑIDAD
La Parranda de San Pedro se adueñó de su existencia. A la par del
folclor abrazó la carrera actoral con notable éxito. Ahora su energía está
latente cada 29 de junio.
Manuel Ángel Rojas,
popularmente conocido por “Rojitas”, nacido en Guatire el 24 de mayo de 1915,
incursiona desde joven en la tradicional Parranda de San Pedro. Aprende baile,
canto, música e improvisación de tonadas a través de sus guías Martín Rosas y Justo
Tovar “Pico”. Comparte con el máximo exponente de todos los tiempos, Ernesto
Monasterios “Machetón”, al lado de Carmen Blanco, Jesús María Tachón, Juan
Berroterán, Emilio Cañongo, Guillermo Silva, José Luis León, José del Carmen
Berroterán, Víctor Julio Guzmán, Celestino Alzur, Pedro Álvarez “Peruchito”,
Pedro Aristigueta Flores, Antonio Vaamonde, Rafael Vaamonde “Fai”, Martín
Vaamonde y Lucas Mijares, entre otros. En 1948 inscribe la comparsa para ser
presentada en un espectáculo folclórico en el Nuevo Circo de Caracas organizado
por Juan Liscano, Abel Virmillana y Juan Pablo Sojo, en homenaje al educador,
novelista y político, recién electo Presidente de la República, don Rómulo
Gallegos, a partir del cual se le comienza a dar renombre y proyección nacional
a la Parranda como “el San Pedro de Guatire”.
Para esa misma
ocasión introduce el frac y el sombrero de copa como vestidura oficial de
músicos y bailadores.
Acá al frac se lo denomina levita,
del francés lévite, aunque la levita
es un traje ajustado al cuerpo y con mangas, cuyos faldones se cruzan por
delante, a diferencia de los del frac que consta de chaqueta corta por delante
y termina por detrás con dos faldones largos. Sin embargo, la peculiaridad del
sampedreño de Guatire y Guarenas le da por nombrar al frac “cucaracha” y al
sombrero de copa “pumpá”, a manera de popularizar –o de ridiculizar, según la
circunstancia–, este par de elementos clásicos del vestir que durante la época
de la esclavitud le proporcionó apariencia refinada a la arrogancia del amo.
Tras el
fallecimiento del característico Justo Tovar “Pico”, la capitanía de la
Parranda se la disputan Celestino Alzur y otros, poniéndose en riesgo la
continuidad de la tradición. De allí, un grupo encabezado por Jesús María
Sánchez, Francisco José Mujica Toro y Pedro Aristigueta Flores promueve su
rescate. Y se produce el apoyo de la Casa de la Cultura, así como del Centro de
Educación Artística Andrés Eloy Blanco, CEA.
Como sobreviviente
de aquellas generaciones, Manuel Ángel Rojas aprueba la tutoría del CEA,
institución donde pasa a formar parte de la sección Parranda de San Pedro.
La Parranda de San
Pedro fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la
Unesco en 2013.
Su trayectoria
En Guatire se inicia en el
folclor, el circo, el teatro y la radio. Sus incursiones artísticas ocurren en
un circo sin carpa y un teatro al aire libre, llevando al público ligeros
números y sketches de contorsionismo, malabarismo y prestidigitación. Conforma
en 1930 una pequeña compañía que presenta funciones a domicilio con su hermano
Gustavo Rojas y sus amigos Jacobo Serfaty, Rafael Serfaty, Nehemías Serfaty,
Providencia Fela, Nicolás Ascanio, Cosme Morales, Erasmo Zurita y Rafael
Borges.
Aquella muchachada farandulera,
inquieta y soñadora de comienzos del siglo pasado, logró convertir solares y
corrales del pueblo en improvisados escenarios para su troupe circense-teatrera. ¿Quién se pudo imaginar al poeta Rafael
Borges haciendo de contorsionista con tanta plasticidad que “Rojitas” le puso
por apodo “el hombre rana”? ¿O al genial Gustavo Rojas como excelente
prestidigitador?
Como presentador y animador de un
programa humorístico, presencia en 1932 el alumbramiento de la emisora La voz del éter, creada y operada por
su hermano el genio del electrón Gustavo Rojas.
Cuando Edison ni siquiera soñaba con el
perfeccionamiento de su receptor de radio, y la capital venezolana apenas captó
el debut y la despedida de Ayre para
luego el 11 de diciembre de 1931 estrenar la 1 Broadcasting Caracas o 1-BC, algo muy
especial se estaba gestando en Guatire…
¡Una emisora de radio fue
construida y estrenada por vez primera en Venezuela! El magnífico suceso ocurrió en Guatire el 3 de mayo de
1932. El privilegio de la hazaña le
pertenece al guatireño Gustavo Rojas. ¡La
voz del éter irrumpió el espectro radioeléctrico y la calle Real acunó el verdadero y genuino nacimiento
del arte y la industria de la radiodifusión en el país!
Desde su casa de
habitación y alpargatería La Guatireña en la calle Real, al lado del fondo de
comercio El Cañón de Pedro García Guillén & sucesores, el joven Gustavo
Rojas, uno de los hijos del alpargatero del pueblo don “Trino” Augusto Rojas
García, se hallaba modulando el curioso artefacto de su propia fabricación que
emitía la señal.
Manuel Ángel Rojas en Caracas va
directo a las tablas del Teatro Nacional recomendado por el también guatireño
Dimas Ramírez, alias “El Loco”, e integra el elenco de la prestigiosa compañía
de zarzuela de Antonio Saavedra con Las
rubias platinadas. Su dominio del canto y el baile combinado con el diálogo
propio de este género escénico-musical, le otorga más adelante el mérito de
sucesor de Saavedra, como es calificado por la crítica capitalina. Su
participación en piezas de cualquier monta no le resta brillo habida cuenta de
su habilidad para acomodar o mejorar sin ensayo cualquier desafortunado
libreto. Prevalecen los clásicos, los cuplés, las zarzuelas... Cada género con
su temporada. Los escenarios de los teatros Nacional, Municipal, Rialto, Olympia,
Casa Sindical de El Paraíso, entre otros, dan testimonio de su hechizo para
arrancar aplausos del público. En Dios se
lo pague actúa al lado de la actriz argentina Zoe Ducós.
Deja su huella en el séptimo
arte. La cinematografía le permite llegar al público latinoamericano. En 1945
participa en el rodaje de la producción azteca-venezolana Dos hombres en la tempestad.
Junto a Celestino Riera conduce a
través de Radio Continente la
audición Mamerto y Natividad, leyendo la
prensa local y comentándola tal cual, dando vida a un llanero y un
barloventeño. Celestino Riera como El Catire Mamerto y él como El Negro
Natividad comentan con gracia, a la vez que leen, los acontecimientos impresos
en los diarios caraqueños. El programa sale al aire ab libitum, vale decir, a voluntad, sin ensayo, informal con guion
apenas escrito unos minutos antes sobre una servilleta en la mesa de un bar
vecino de la radioemisora. Por supuesto entre las infusiones propias de aquel
expendio.
De la misma forma anima programas
de corte musical donde presenta, como parte de una constelación de consagrados
artistas nacionales, a Vicente Flores y sus Llaneros, Magdalena Sánchez, Víctor
Morillo, Balbino Blanco Sánchez, Juan Vicente Torrealba y Los Torrealberos con
Mario Suárez como cantante de pasajes y boleros.
En Caracas contrae matrimonio con
Priscilla Ferrara y nacen sus hijos Omaira, Yolanda, Francisco y Trina Rojas
Ferrara.
Lleva su luz a la televisión
El 11 de noviembre
de 1952 por vez primera en Venezuela se emite una señal abierta de televisión.
Era la transmisión experimental de la TV del Estado venezolano. Y el 1 de enero
de 1953 el Presidente de la República, Marcos Pérez Jiménez, autoriza su salida
al aire como Estación Televisora
Nacional YVKA-TV Canal 5.
Alberto de Paz y Mateos, un destacado
hombre de teatro, es el director artístico. La Estación Televisora Nacional difunde mensajes de conciencia
ciudadana. El arte, la ciencia, la técnica y la industria de la televisión,
nacen de este modo para el entretenimiento, el conocimiento, la información y
la cultura en general, resaltando y fijando sentimientos y valores nacionales.
Bajo el lema “La cultura nos hará un pueblo grande” es patrocinado el programa El retablo de maravillas. Allí actúa un
cuerpo de baile con este nombre y debuta Yolanda Moreno. Desde entonces es
calificada “la bailarina del pueblo venezolano” por el poeta Manuel Rodríguez
Cárdenas. En Canal 5 participan
connotadas figuras nacionales y extranjeras venidas sobre todo de la radio, el
teatro, la zarzuela y la danza para escenificar obras intelectuales pautadas
por autores, compositores, arreglistas, adaptadores, guionistas, libretistas y
coreógrafos, hallados detrás de las
cámaras como es el caso del eminente hombre de letras don Antonio Arráiz.
El 30 de mayo de 1953, el
Presidente inaugura Televisa,
YVLV-TV, Canal 4, la primera
televisora comercial de Venezuela. El pionero es el radiodifusor Gonzalo Veloz
Mancera. Televisa cubre inicialmente el área metropolitana de
Caracas por el canal 4 y dos años más tarde el departamento Vargas y los
estados centrales por los canales 9 y 11. En ella, Manuel Ángel Rojas debuta
como protagonista de la comedia de género costumbrista Caracas hace 50 años o Hace
50 años en Caracas se vivía así, una remembranza caraqueña con divertidas
ocurrencias donde personifica al boticario Don Severiano Rubirosa.
Como primer actor
Manuel Ángel Rojas ganaba Bs. 200 por programa y el resto de actores y actrices
entre Bs. 150 y 100.
El hombre de la ciudad se permitía
asistir al cine, al teatro o al Coney Island una vez por semana si administraba
bien su presupuesto, y hasta adquirir a crédito un receptor de televisión
pagando al mes cómodas cuotas sin desatender su alimentación y vestido.
¿Cuánto era el valor regular de la
entrada para una función de teatro?
Según la categoría de la obra, la
sala y la localidad, el precio del boleto se cotizaba desde Bs. 0,25 en
adelante. Bs. 2,50 se consideraba escandaloso, con sobreprecio, imagínese si
costaba Bs. 5,00. Pues “fuerte” era el nombre popular bien llevado por esta
pieza metálica de plata cuyo valor monetario representaba cinco bolívares
El confidente “curalotodo” de la familia Muncheta
Don Severiano
Rubirosa es un picaresco y entrometido boticario interpretado por Manuel Ángel
Rojas “Rojitas” en la comedia costumbrista Caracas
hace 50 años o Hace 50 años en Caracas se vivía así
transmitida por Televisa los viernes
a las 8:00 pm.
Una voz en off anunciaba: “Ciudad Balneario Higuerote… ríos, canales, lagos y
playas… presenta Hace 50 años en Caracas
se vivía así”. Mar, arena y palmeras en escena, de fondo el audio: vals Barlovento, original del maestro Eduardo
Serrano, interpretado por la orquesta de conciertos del maestro Aldemaro
Romero.
Caracas hace 50 años fue escrita por
Alfredo Cortina con la colaboración de “Rojitas”. Tras fallecer Cortina le
sucede el historiador Antonio Reyes quien continúa los capítulos solamente
cambiándole el título por Hace 50 años en
Caracas se vivía así.
Don Severiano sin
dejar atrás al cura de la parroquia se cree con potestad para meterse en los
asuntos de sus vecinos.
El General Muncheta
interpretado por Andrés Olías acostumbra a pasear con su familia en compañía de
su amigo Don Severiano. En un coche descapotado recorren hermosos parajes
urbanos y foráneos de Caracas. El boticario aprovecha para saludar desde el
vehículo a sus paisanos guatireños “Chuchú” García, Alciro García, los hermanos
Pablo Antero, Luis Felipe y “Perucho” Muñoz Berroterán, entre otros.
Siendo Manuel Ángel
Rojas “Rojitas” protagonista, otras primeras figuras integran el elenco, como
Elvia Zapata, Isabelina Zapata, Carmen Mendoza, Reina Hidalgo, Andrés Peinado,
Andrés Olías, Aquiles Guerrero y las actuaciones especiales de Zoe Ducós y
Linda Olivier.
Por mosca hundido… y de chiripa salvado
Pedro Estrada |
El 30 de mayo de 1953, una multitud
esperaba ansiosa alrededor de Plaza Venezuela y comienzo de la avenida La
Salle, en la urbanización Los Caobos, el paso del Presidente de la
República, Marcos Pérez Jiménez. Era la
inauguración de los estudios de Televisa.
Pero, poco antes del arribo presidencial a La Colina, una intrépida mosca fue a
posarse justo en la lente de una de las cámaras de TV que tomaba vistas de
aquellos momentos estelares de la televisión nacional.
El insecto ampliado en la pantalla de
un monitor es observado por Manuel Ángel Rojas quien, ni corto ni perezoso, se
acerca a su amigo Gonzalo Veloz Mancera, hallado frente a un micrófono abierto,
para comentarle:
–¡Caray, Gonzalo, parece que ahí viene el Presidente!
–¿Cómo lo sabes, “Rojitas”?
–¡Porque acaba de llegar una de sus moscas!
Esta cándida chanza salió al aire y
le ocasionó a “Rojitas” una reprimenda del temido jefe de la policía política.
Nada menos que de Pedro Estrada, director de la Seguridad Nacional, quien
cortésmente lo invitó a su despacho. Allí el comediante hubo de aclarar que su
expresión no se trataba de una ofensa al Presidente sino de un chiste casual e
inocente.
–¿Usted como que se está burlando de “mi General”? –le increpó el funcionario.
–No, don Pedro: solamente me refería a una mosca, un insecto que apareció
ampliado en la pantalla… –le aclaró “Rojitas”.
Con esta explicación evitó, de
chiripa, terribles consecuencias.
Su último acto
Por su amor de
ochenta años al tradicional baile y copla de la Parranda de San Pedro, fue merecidamente homenajeado el 29 de junio
de 2009 por el Centro de Educación Artística Andrés Eloy Blanco, CEA, de
Guatire, bajo la coordinación de Miguel Alciro Berroterán Rodríguez. Dando
lectura al acuerdo, la presidenta de la institución, Leyda Leroux Hernández, le
hizo entrega del reconocimiento, en tanto Jesús María Sánchez con su grave y
emocionada voz destacó el sentir de los guatireños por la Parranda, el CEA y
Manuel Ángel Rojas “Rojitas”.
Posteriormente fueron escuchadas
las palabras de agradecimiento del hombre del folclor, e implícitas en ellas
las del actor, el animador, el libretista y el locutor, que brotaron
seguramente de lo más íntimo de su alma consciente de aquel… su último acto.
Por fortuna pudimos recogerlas
para la posteridad:
“Queridos sampedreños. Guatireños
todos: Gracias por su presencia y gracias por el afecto que me han manifestado.
Hondamente en mi sentimiento de guatireño doy a ustedes mis más sinceras y
expresivas gracias. Este premio otorgado por el CEA, Centro de Educación
Artística Andrés Eloy Blanco, lo llevaré no en la vitrina, sino en lo más
profundo de mi corazón, ya que la Parranda de San Pedro forma en mi ser la
propia existencia. Vivo, he vivido y el resto que me queda por vivir es en el
folclor y en la abnegación de mi Parranda, el San Pedro de Guatire. ¡Muchas
gracias!”.
Como colofón no podía “Rojitas”
despedirse sin la improvisada tonada del sampedreño y el mágico encanto del
histrión para ponernos a cantar, a bailar, a reír y a llorar:
María Ignacia la encontré
metida allá en la cocina
preparando un bebedizo
contra la fiebre porcina
El guarapo se prepara
de sábila y borrajón
una raja de canela
y un pedazo de papelón.
El guarapo se prepara
de sábila y borrajón
una raja de canela
y un pedazo de papelón.
Después de actor, animador,
libretista y locutor, disfrutó a plenitud la añeja expresión folclórica de su
pueblo.
En virtud de
guardar identidad plena con su gente durante su aquilatada trayectoria en el
folclor, el circo, el teatro, el cine, la radio y la televisión nacional, se
convirtió en un Icono de la Guatireñidad.
Este Icono de la
Guatireñidad que llevó por nombre Manuel
Ángel Rojas y por diminutiva gracia “Rojitas” falleció en Caracas el 16 de
junio de 2010.
Andrés Blanco Delgado
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