lunes, 9 de mayo de 2016

UN ICONO DE LA GUATIREÑIDAD





La Parranda de San Pedro se adueñó de su existencia. A la par del folclor abrazó la carrera actoral con notable éxito. Ahora su energía está latente cada 29 de junio.
Manuel Ángel Rojas, popularmente conocido por “Rojitas”, nacido en Guatire el 24 de mayo de 1915, incursiona desde joven en la tradicional Parranda de San Pedro. Aprende baile, canto, música e improvisación de tonadas a través de sus guías Martín Rosas y Justo Tovar “Pico”. Comparte con el máximo exponente de todos los tiempos, Ernesto Monasterios “Machetón”, al lado de Carmen Blanco, Jesús María Tachón, Juan Berroterán, Emilio Cañongo, Guillermo Silva, José Luis León, José del Carmen Berroterán, Víctor Julio Guzmán, Celestino Alzur, Pedro Álvarez “Peruchito”, Pedro Aristigueta Flores, Antonio Vaamonde, Rafael Vaamonde “Fai”, Martín Vaamonde y Lucas Mijares, entre otros. En 1948 inscribe la comparsa para ser presentada en un espectáculo folclórico en el Nuevo Circo de Caracas organizado por Juan Liscano, Abel Virmillana y Juan Pablo Sojo, en homenaje al educador, novelista y político, recién electo Presidente de la República, don Rómulo Gallegos, a partir del cual se le comienza a dar renombre y proyección nacional a la Parranda como “el San Pedro de Guatire”.
Para esa misma ocasión introduce el frac y el sombrero de copa como vestidura oficial de músicos y bailadores.
Acá al frac se lo denomina levita, del francés lévite, aunque la levita es un traje ajustado al cuerpo y con mangas, cuyos faldones se cruzan por delante, a diferencia de los del frac que consta de chaqueta corta por delante y termina por detrás con dos faldones largos. Sin embargo, la peculiaridad del sampedreño de Guatire y Guarenas le da por nombrar al frac “cucaracha” y al sombrero de copa “pumpá”, a manera de popularizar –o de ridiculizar, según la circunstancia–, este par de elementos clásicos del vestir que durante la época de la esclavitud le proporcionó apariencia refinada a la arrogancia del amo.
Tras el fallecimiento del característico Justo Tovar “Pico”, la capitanía de la Parranda se la disputan Celestino Alzur y otros, poniéndose en riesgo la continuidad de la tradición. De allí, un grupo encabezado por Jesús María Sánchez, Francisco José Mujica Toro y Pedro Aristigueta Flores promueve su rescate. Y se produce el apoyo de la Casa de la Cultura, así como del Centro de Educación Artística Andrés Eloy Blanco, CEA. 
Como sobreviviente de aquellas generaciones, Manuel Ángel Rojas aprueba la tutoría del CEA, institución donde pasa a formar parte de la sección Parranda de San Pedro.
La Parranda de San Pedro fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2013.

Su trayectoria
En Guatire se inicia en el folclor, el circo, el teatro y la radio. Sus incursiones artísticas ocurren en un circo sin carpa y un teatro al aire libre, llevando al público ligeros números y sketches de contorsionismo, malabarismo y prestidigitación. Conforma en 1930 una pequeña compañía que presenta funciones a domicilio con su hermano Gustavo Rojas y sus amigos Jacobo Serfaty, Rafael Serfaty, Nehemías Serfaty, Providencia Fela, Nicolás Ascanio, Cosme Morales, Erasmo Zurita y Rafael Borges.
Aquella muchachada farandulera, inquieta y soñadora de comienzos del siglo pasado, logró convertir solares y corrales del pueblo en improvisados escenarios para su troupe circense-teatrera. ¿Quién se pudo imaginar al poeta Rafael Borges haciendo de contorsionista con tanta plasticidad que “Rojitas” le puso por apodo “el hombre rana”? ¿O al genial Gustavo Rojas como excelente prestidigitador?
Como presentador y animador de un programa humorístico, presencia en 1932 el alumbramiento de la emisora La voz del éter, creada y operada por su hermano el genio del electrón Gustavo Rojas.
Cuando Edison ni siquiera soñaba con el perfeccionamiento de su receptor de radio, y la capital venezolana apenas captó el debut y la despedida de Ayre para luego el 11 de diciembre de 1931 estrenar la 1 Broadcasting Caracas o 1-BC, algo muy especial se estaba gestando en Guatire… 
¡Una emisora de radio fue construida y estrenada por vez primera en Venezuela! El magnífico suceso ocurrió en Guatire el 3 de mayo de 1932.  El privilegio de la hazaña le pertenece al guatireño Gustavo Rojas. ¡La voz del éter irrumpió el espectro radioeléctrico y la calle Real acunó el verdadero y genuino nacimiento del arte y la industria de la radiodifusión en el país!
Desde su casa de habitación y alpargatería La Guatireña en la calle Real, al lado del fondo de comercio El Cañón de Pedro García Guillén & sucesores, el joven Gustavo Rojas, uno de los hijos del alpargatero del pueblo don “Trino” Augusto Rojas García, se hallaba modulando el curioso artefacto de su propia fabricación que emitía la señal.
Manuel Ángel Rojas en Caracas va directo a las tablas del Teatro Nacional recomendado por el también guatireño Dimas Ramírez, alias “El Loco”, e integra el elenco de la prestigiosa compañía de zarzuela de Antonio Saavedra con Las rubias platinadas. Su dominio del canto y el baile combinado con el diálogo propio de este género escénico-musical, le otorga más adelante el mérito de sucesor de Saavedra, como es calificado por la crítica capitalina. Su participación en piezas de cualquier monta no le resta brillo habida cuenta de su habilidad para acomodar o mejorar sin ensayo cualquier desafortunado libreto. Prevalecen los clásicos, los cuplés, las zarzuelas... Cada género con su temporada. Los escenarios de los teatros Nacional, Municipal, Rialto, Olympia, Casa Sindical de El Paraíso, entre otros, dan testimonio de su hechizo para arrancar aplausos del público. En Dios se lo pague actúa al lado de la actriz argentina Zoe Ducós.
Deja su huella en el séptimo arte. La cinematografía le permite llegar al público latinoamericano. En 1945 participa en el rodaje de la producción azteca-venezolana Dos hombres en la tempestad.
Junto a Celestino Riera conduce a través de Radio Continente la audición Mamerto y Natividad, leyendo la prensa local y comentándola tal cual, dando vida a un llanero y un barloventeño. Celestino Riera como El Catire Mamerto y él como El Negro Natividad comentan con gracia, a la vez que leen, los acontecimientos impresos en los diarios caraqueños. El programa sale al aire ab libitum, vale decir, a voluntad, sin ensayo, informal con guion apenas escrito unos minutos antes sobre una servilleta en la mesa de un bar vecino de la radioemisora. Por supuesto entre las infusiones propias de aquel expendio.
De la misma forma anima programas de corte musical donde presenta, como parte de una constelación de consagrados artistas nacionales, a Vicente Flores y sus Llaneros, Magdalena Sánchez, Víctor Morillo, Balbino Blanco Sánchez, Juan Vicente Torrealba y Los Torrealberos con Mario Suárez como cantante de pasajes y boleros.
En Caracas contrae matrimonio con Priscilla Ferrara y nacen sus hijos Omaira, Yolanda, Francisco y Trina Rojas Ferrara.

Lleva su luz a la televisión
El 11 de noviembre de 1952 por vez primera en Venezuela se emite una señal abierta de televisión. Era la transmisión experimental de la TV del Estado venezolano. Y el 1 de enero de 1953 el Presidente de la República, Marcos Pérez Jiménez, autoriza su salida al aire como Estación Televisora Nacional YVKA-TV Canal 5.
Alberto de Paz y Mateos, un destacado hombre de teatro, es el director artístico. La Estación Televisora Nacional difunde mensajes de conciencia ciudadana. El arte, la ciencia, la técnica y la industria de la televisión, nacen de este modo para el entretenimiento, el conocimiento, la información y la cultura en general, resaltando y fijando sentimientos y valores nacionales. Bajo el lema “La cultura nos hará un pueblo grande” es patrocinado el programa El retablo de maravillas. Allí actúa un cuerpo de baile con este nombre y debuta Yolanda Moreno. Desde entonces es calificada “la bailarina del pueblo venezolano” por el poeta Manuel Rodríguez Cárdenas. En Canal 5 participan connotadas figuras nacionales y extranjeras venidas sobre todo de la radio, el teatro, la zarzuela y la danza para escenificar obras intelectuales pautadas por autores, compositores, arreglistas, adaptadores, guionistas, libretistas y coreógrafos,  hallados detrás de las cámaras como es el caso del eminente hombre de letras don Antonio Arráiz.
El 30 de mayo de 1953, el Presidente inaugura Televisa, YVLV-TV, Canal 4, la primera televisora comercial de Venezuela. El pionero es el radiodifusor Gonzalo Veloz Mancera. Televisa  cubre inicialmente el área metropolitana de Caracas por el canal 4 y dos años más tarde el departamento Vargas y los estados centrales por los canales 9 y 11. En ella, Manuel Ángel Rojas debuta como protagonista de la comedia de género costumbrista Caracas hace 50 años o Hace 50 años en Caracas se vivía así, una remembranza caraqueña con divertidas ocurrencias donde personifica al boticario Don Severiano Rubirosa.
Como primer actor Manuel Ángel Rojas ganaba Bs. 200 por programa y el resto de actores y actrices entre Bs. 150 y 100.
El hombre de la ciudad se permitía asistir al cine, al teatro o al Coney Island una vez por semana si administraba bien su presupuesto, y hasta adquirir a crédito un receptor de televisión pagando al mes cómodas cuotas sin desatender su alimentación y vestido.
¿Cuánto era el valor regular de la entrada para una función de teatro?
Según la categoría de la obra, la sala y la localidad, el precio del boleto se cotizaba desde Bs. 0,25 en adelante. Bs. 2,50 se consideraba escandaloso, con sobreprecio, imagínese si costaba Bs. 5,00. Pues “fuerte” era el nombre popular bien llevado por esta pieza metálica de plata cuyo valor monetario representaba cinco bolívares

El confidente “curalotodo” de la familia Muncheta
Don Severiano Rubirosa es un picaresco y entrometido boticario interpretado por Manuel Ángel Rojas “Rojitas” en la comedia costumbrista Caracas hace 50 años o Hace 50 años en Caracas se vivía así transmitida por Televisa los viernes a las 8:00 pm.
Una voz en off anunciaba: “Ciudad Balneario Higuerote… ríos, canales, lagos y playas… presenta Hace 50 años en Caracas se vivía así”. Mar, arena y palmeras en escena, de fondo el audio: vals Barlovento, original del maestro Eduardo Serrano, interpretado por la orquesta de conciertos del maestro Aldemaro Romero.
Caracas hace 50 años fue escrita por Alfredo Cortina con la colaboración de “Rojitas”. Tras fallecer Cortina le sucede el historiador Antonio Reyes quien continúa los capítulos solamente cambiándole el título por Hace 50 años en Caracas se vivía así.
Don Severiano sin dejar atrás al cura de la parroquia se cree con potestad para meterse en los asuntos de sus vecinos.
El General Muncheta interpretado por Andrés Olías acostumbra a pasear con su familia en compañía de su amigo Don Severiano. En un coche descapotado recorren hermosos parajes urbanos y foráneos de Caracas. El boticario aprovecha para saludar desde el vehículo a sus paisanos guatireños “Chuchú” García, Alciro García, los hermanos Pablo Antero, Luis Felipe y “Perucho” Muñoz Berroterán, entre otros. 
Siendo Manuel Ángel Rojas “Rojitas” protagonista, otras primeras figuras integran el elenco, como Elvia Zapata, Isabelina Zapata, Carmen Mendoza, Reina Hidalgo, Andrés Peinado, Andrés Olías, Aquiles Guerrero y las actuaciones especiales de Zoe Ducós y Linda Olivier.

Por mosca hundido… y de chiripa salvado

Pedro Estrada
El 30 de mayo de 1953, una multitud esperaba ansiosa alrededor de Plaza Venezuela y comienzo de la avenida La Salle, en la urbanización Los Caobos, el paso del Presidente de la República,  Marcos Pérez Jiménez. Era la inauguración de los estudios de Televisa. Pero, poco antes del arribo presidencial a La Colina, una intrépida mosca fue a posarse justo en la lente de una de las cámaras de TV que tomaba vistas de aquellos momentos estelares de la televisión nacional.
El insecto ampliado en la pantalla de un monitor es observado por Manuel Ángel Rojas quien, ni corto ni perezoso, se acerca a su amigo Gonzalo Veloz Mancera, hallado frente a un micrófono abierto, para comentarle: 
–¡Caray, Gonzalo, parece que ahí viene el Presidente!
–¿Cómo lo sabes, “Rojitas”?
–¡Porque acaba de llegar una de sus moscas! 
Esta cándida chanza salió al aire y le ocasionó a “Rojitas” una reprimenda del temido jefe de la policía política. Nada menos que de Pedro Estrada, director de la Seguridad Nacional, quien cortésmente lo invitó a su despacho. Allí el comediante hubo de aclarar que su expresión no se trataba de una ofensa al Presidente sino de un chiste casual e inocente.
–¿Usted como que se está burlando de “mi General”?  –le increpó el funcionario.
–No, don Pedro: solamente me refería a una mosca, un insecto que apareció ampliado en la pantalla… –le aclaró “Rojitas”.
Con esta explicación evitó, de chiripa, terribles consecuencias.
Su último acto
Por su amor de ochenta años al tradicional baile y copla de la Parranda de San Pedro,  fue merecidamente homenajeado el 29 de junio de 2009 por el Centro de Educación Artística Andrés Eloy Blanco, CEA, de Guatire, bajo la coordinación de Miguel Alciro Berroterán Rodríguez. Dando lectura al acuerdo, la presidenta de la institución, Leyda Leroux Hernández, le hizo entrega del reconocimiento, en tanto Jesús María Sánchez con su grave y emocionada voz destacó el sentir de los guatireños por la Parranda, el CEA y Manuel Ángel Rojas “Rojitas”.
Posteriormente fueron escuchadas las palabras de agradecimiento del hombre del folclor, e implícitas en ellas las del actor, el animador, el libretista y el locutor, que brotaron seguramente de lo más íntimo de su alma consciente de aquel… su último acto.
Por fortuna pudimos recogerlas para la posteridad:
“Queridos sampedreños. Guatireños todos: Gracias por su presencia y gracias por el afecto que me han manifestado. Hondamente en mi sentimiento de guatireño doy a ustedes mis más sinceras y expresivas gracias. Este premio otorgado por el CEA, Centro de Educación Artística Andrés Eloy Blanco, lo llevaré no en la vitrina, sino en lo más profundo de mi corazón, ya que la Parranda de San Pedro forma en mi ser la propia existencia. Vivo, he vivido y el resto que me queda por vivir es en el folclor y en la abnegación de mi Parranda, el San Pedro de Guatire. ¡Muchas gracias!”.
Como colofón no podía “Rojitas” despedirse sin la improvisada tonada del sampedreño y el mágico encanto del histrión para ponernos a cantar, a bailar, a reír y a llorar:

María Ignacia la encontré
metida allá en la cocina
preparando un bebedizo
contra la fiebre porcina

El guarapo se prepara
de sábila y borrajón
una raja de canela
y un pedazo de papelón.


Después de actor, animador, libretista y locutor, disfrutó a plenitud la añeja expresión folclórica de su pueblo.
En virtud de guardar identidad plena con su gente durante su aquilatada trayectoria en el folclor, el circo, el teatro, el cine, la radio y la televisión nacional, se convirtió en un Icono de la Guatireñidad.
Este Icono de la Guatireñidad  que llevó por nombre Manuel Ángel Rojas y por diminutiva gracia “Rojitas” falleció en Caracas el 16 de junio de 2010.




Andrés Blanco Delgado  


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