Un nuevo año nos trae de vuelta al diario quehacer
Las expectativas para
2019 no deben ser de conflictos
Aún más imperiosa que la diatriba del careo es la unidad sin excepción por el interés nacional de los venezolanos para superar no solamente la
anarquía sino también los demás obstáculos incluyendo la intolerancia.
“Unámonos y seremos invencibles”
Aquella arenga que El Libertador dio a su ejército en 10 de enero
de 1817, sin duda motor de las batallas sucesivas que culminaron en Carabobo
librando nuestra Independencia, nos la repite hoy como exhortación y
reclamo a la vez: "Unámonos y seremos invencibles".
¿Estamos atentos a obedecerla?... ¡Hagámoslo!
No debemos poner en peligro la estabilidad republicana apostando al fracaso de unos tras el triunfo de otros. No; ahora no se trata de una guerra a muerte entre patriotas y usurpadores. Este es un problema de y entre los venezolanos que por igual obligatoriamente nos corresponde darle solución.
El gobernante por su parte y el oponente por la suya tienen deberes que cumplirles a su nación y a sus conciudadanos. Si el país les duele como hijos que son, ¿por qué los errores de unos y de otros no los corrigen en franca unión, abiertamente y sin tapujos como hermanos frente al resto del pueblo?
La corrupción, la indolencia, el burocratismo son males que en unión debemos ciertamente combatir. Como causante de hambre, miseria y explotaciòn, el individualismo animado por el egoísmo y la ambición tampoco debe permanecer por encima de los intereses colectivos. El pueblo tiene derechos adquiridos tan importantes que nadie en absoluto debe irrespetar ni mucho menos derogar.
Ninguna fuerza es capaz de dominar a aquella nación dispuesta a afrontar unida la más difícil situación provocada contra la dignidad de su gente y de su territorio. Si Venezuela y los venezolanos así lo disponemos de seguro cesarán los conflictos felizmente. Entonces sí será posible la paz.
¡Buen año para todos los compatriotas, pero nunca más separados, siempre unidos!
Andrés Blanco Delgado